15 DE MAYO DE 1937: CONGRESO REFUNDACIONAL DE LA UNION SINDICAL ARGENTINA (U.S.A.).


Congreso refundacional de la Unión Sindical Argentina.

En 1935 –a cinco años de su creación- la CGT dividió en la “CGT Independencia” que agrupaba a la tendencia socialista y la “CGT Catamarca”, identificada con los anarquistas. Varios gremios que la integraban antes del ´35 -como la Unión Ferroviaria, la Confederación de Empleados de Comercio, la Unión Tranviarios, la Asociación de Trabajadores del Estado y la Fraternidad- se enfrentaron al Comité Confederal de la CGT por no haber convocado al Congreso para designar nuevas autoridades. Separada de la CGT de los ´30 –ahora en la avenida Independencia-, surge la CGT de la calle Catamarca.

Historia del movimiento obrero en la Argentina.

Los miembros del comité nacional de la CGT (Catamarca), que fueron expulsados en diciembre de 1935, habían proyectado para marzo-abril de 1936 hacer un nuevo congreso confederal. El resultado mostró que continuaban los enfrentamientos, entonces la CGT Catamarca dio un congreso refundador, el 15 de mayo de 1937, de la Unión Sindical Argentina (USA), con la presencia de 42 sindicatos, en una reunión realizada en el local de la Federación Obrera Navales. Fortunato Marinelli fue electo secretario del comité central.


Manifestación de la USA.

En junio de 1939 realizó un congreso, el último, con la presencia de delegados de 33 sindicatos. No deseaban la extinción y pasó a ser dirigida por el telefónico Luis F. Gay.

Luis F. Gay (con anteojos) al lado de Perón.

Propiciaba el restablecimiento de la unidad sindical y establecía que los miembros del comité central, titulares o suplentes, no podrían ser candidatos a ninguna función política ni aceptar candidaturas de ese género, en cuyo caso renunciarían a su cargo.


Símbolo de la Unidad Sindical.

El secretario general electo, como se señaló, fue Fortunato Marinelli y el comité central fue integrado por Modesto Orozco, Pedro Petrucelli, Atilio Biondi, M. Olvetta, Luis Gay, José Rita Luz, Diego Bagur, A. Yácomo, N. Varela, Antonio Aguilar, Rodolfo Almeira, Laureano Carril, Oscar Ruggiero, Oscar Rossi.

El obrero gráfico Pedro Petrucelli, a los 95 años.

En 1942 volvieron las divisiones al movimiento obrero, que darían lugar a la CGT 1 y la CGT 2. La uno agrupaba a los ferroviarios y a los socialistas, mientras que la dos se apoyaba en los gremios comunistas. La USA (dirigida por Gay) se mantenía autónoma. Se planteó, entonces, una recomposición del aparato sindical y con ese objeto se constituye la CORS (Comisión Obrera de Relaciones Sindicales). De esta manera la FACA (Federación Anarco Comunista Argentina) encara la construcción sindical, con el fin de constituir una central obrera paralela en alianza con la USA. Sin embargo su dirigente Gay –en la etapa peronista- sería el secretario General de la CGT unificada.

Simbolización del movimiento obrero dividido de 1943, en que lo único que aparece claro es que una de las dos CGT estaba orientada por Alfredo Palacios.

La llegada de Perón a la Secretaría de Trabajo en 1943 transformaría la historia del sindicalismo en la Argentina.



El Coronel Perón, Secretario de Trabajo en 1944.

La USA participó en el comité de huelga que declaró la huelga (retórica) para el 18 de octubre de 1945 con el objeto de conseguir la liberación del Coronel Perón, siendo un antecedente directo de la movilización del 17 de Octubre de 1945. Poco después, la CGT 1, la CGT 2, junto a la USA encontraron la afinidad posible con Perón y se integraron definitivamente –durante el peronismo- en una sola CGT, que colaboraría en la formación del Partido Laborista y postularía a Perón para la Presidencia.

El partido laborista, con el aval de la CGT unificada, auspicia la candidatura presidencial del Coronel Perón.

El peronismo, por primera vez en la historia nacional, le planteaba a la izquierda “progre” el desarrollo de un movimiento ampliamente popular, pero al mismo tiempo con un carácter burgués -ya que se definía policlasista-, pero también con una cantidad de elementos que eran patrimonio de la derecha. Resultado: toda la izquierda argentina sufrió frente al peronismo una fuerte decadencia, pero no motivada por la represión, como pretenden algunos; y los últimos anarquistas reconocen que no fue así. Es que la izquierda halló a un movimiento que le había arrebatado sus banderas y las había colocado dentro de un discurso que no era de izquierda. En ese sentido quien más sufrió los cambios fue también quien más se integró con el peronismo: el anarquismo. Son símbolos anarquistas “los negros”, “los descamisados”, aunque sin un militar que los condujera a la victoria.


*Por Daniel Chiarenza

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