Versión taquigráfica de Agustín Rossi en la Honorable Cámara de Diputados sobre declaración de Sadous

Sr. Rossi (A.O.).- Señor presidente: venimos insistiendo desde distintos lugares y de diferentes maneras en la necesidad de que la versión taquigráfica que registra la presencia del embajador Sadous en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de esta Cámara –sesión secreta de la semana pasada- debe ser puesta a consideración del conjunto de los argentinos.

Lo hemos solicitado a quien es el responsable del manejo de las relaciones exteriores de nuestro país, que ha sido colocado en ese lugar por nuestra presidenta.


Es importante recordar que, conforme lo prescribe la Constitución, el manejo de las relaciones exteriores es potestad exclusiva del Poder Ejecutivo nacional. Lo han dicho nuestros diputados en el marco de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, fundamentando con claridad y contundencia el pedido de que este instrumento sea puesto a consideración del conjunto de los argentinos. Venimos a ratificar eso en este recinto. ¿Por qué lo venimos a hacer? Porque la verdad que resulta claramente contradictorio que en un Parlamento que se precia de ir mejorando la calidad institucional y que ha tomado decisiones importantes, como por ejemplo haber dado a luz las distintas leyes secretas que todavía existían en la Argentina, hoy se presente resistencia para dar a conocer determinada información.


La Comisión de Asuntos Constitucionales viene llevando a cabo un debate alrededor del derecho de acceso a la información y, sin embargo, hoy se pide en este Parlamento argentino que determinada información sea reservada y que exista una calificación distinta para los diputados que integran la comisión de Relaciones Exteriores y Culto respecto de aquellos que no son miembros.


Ciertamente, si esto es contradictorio respecto de lo que significa la calidad institucional de nuestro Parlamento, también lo es que estemos diciendo que no a un instrumento que es parte del ejercicio de las relaciones exteriores de nuestro país. Tal como lo indica nuestra Constitución Nacional, el Poder Ejecutivo es el que tiene la potestad del manejo de las relaciones exteriores. Y hoy le estamos diciendo que no al Poder Ejecutivo.


Teniendo en cuenta todas las informaciones periodísticas que se sucedieron al día siguiente de la presencia del embajador Sadous en esta Cámara de Diputados de la Nación, resulta claramente bochornoso seguir manteniendo tal reserva, porque se la coloca en el lugar de encubridora.


¿A quiénes estamos tratando de encubrir, señores diputados? ¿Cuál es el hecho que se trata de ocultar? ¿A qué se debe la persistencia en no dar a luz un instrumento que ya fue dado a conocer por distintas versiones periodísticas y, por lo tanto, ya ha perdido cualquier carácter de reservado? 



Si la sesión ha perdido el carácter de secreta no por responsabilidad del oficialismo, por lo menos démosles a los argentinos la posibilidad de que sepan la verdad. ¿Por qué se le tiene tanto miedo a la verdad? ¿Qué es lo que pretenden? ¿Seguir construyendo una tergiversación? ¿Tienen miedo de que el señor Magnetto los rete por haber puesto en consideración de la sociedad argentina el instrumento sobre el cual el diario Clarín instauró una campaña de difamación? ¿A quién tienen que responderle? ¿A Clarín y a Magnetto o ante la sociedad argentina y la Constitución por el compromiso que asumieron cuando juraron como diputados? ¿Qué quieren seguir escondiendo? ¿Por qué la negativa terca y persistente de mostrar un instrumento que debe ser público para que se sepa claramente la verdad? ¿Qué fue lo que dijo Sadous? Cuando se despidió de la embajada en Venezuela calificó de virtuosa y excelente la relación entre ambos países, reivindicó su propia gestión y señaló como positivo el aumento del intercambio comercial entre Argentina y Venezuela. 

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