UN FEO CASO DE DESMEMORIA


Informe desde Misiones: Liliana Díaz. 
Miradas al Sur



Dijo que nunca existió una causa contra su padre, sí presión.
Siento miedo”. “Esto no es una casualidad, es muy llamativo”. “Nunca hubo una causa”. “Esto es una presión, pero no voy a ceder”. El recurso rutinario de la victimización al que apeló la jueza María Sarmiento, la misma que frenó en tiempo record los DNU a los que recurrió el Gobierno para crear el Fondo del Bicentenario y la remoción de Martín Redrado como presidente del Banco Central, es inverosímil incluso para los políticos que salieron a batir el parche hablando de persecución. Es imposible que una magistrada que entró a la Justicia en 1978 y cuyo padre –que vive con ella– fue polifuncionario de la dictadura ignore la existencia de la causa que se inició en Misiones hace ya un lustro y cuya primera derivación en pedido formal de detención se produjo en el último tercio del 2006. Es igualmente imposible que la jueza no haya leído (“algo me dijeron”, poetizó en los medios) el artículo publicado por 
Horacio Verbitsky el 17 de enero pasado, en el que se repasaba tanto la historia de la causa como la biografía del represor.

Ex coronel de Inteligencia, formado en la guerra contrainsurgente en la Escuela de las Américas, acusado de matar en la tortura al estudiante Ángel Brandazza en un caso resonante ocurrido en Santa Fe en 1972, Luis Alberto Sarmiento, el padre hoy octogenario de la jueza, fue ministro de Gobierno de la provincia de Misiones en el año 1976. Como tal fue el responsable político de la Policía de Misiones, por lo que se le imputan todos los delitos cometidos en la Jefatura en el primer tramo de la dictadura militar. La denuncia fue presentada por Graciela Franzen en el expediente 3-3159/05, “Franzen, María Graciela, s/denuncia privación ilegítima de la libertad y torturas”. María Graciela Franzen fue secuestrada en mayo de 1976, junto con su hermano Raúl Arturo. Ambos fueron sometidos a torturas en las instalaciones de la jefatura de policía, en pleno centro de la ciudad de Posadas. En diciembre de ese año el hermano de Graciela, Arturo, fue masacrado en Margarita Belén, provincia de Chaco en un falso intento de fuga. Graciela pudo sobrevivir, y ya lleva 30 años reclamando justicia.

Luis Sarmiento es coronel retirado del Ejército y al producirse el golpe del 24 de marzo de 1976 cumplía funciones como jefe de Inteligencia en Posadas. Misiones era una de las seis provincias que dependían del II Cuerpo de Ejército. Sólo en esa porción del mapa del horror desatado en 1976 se abrieron más de quince causas para investigar noventa casos de secuestros, torturas y asesinatos. Paralizadas a raíz de las leyes de punto final y obediencia debida, comenzaron a reabrirse en 2005 una vez que la Corte Suprema de Justicia confirmó su nulidad. En febrero de 2006 el fiscal general de Misiones, Guillermo Mario Negro, solicitó el procesamiento de Sarmiento y de otros diez militares y policías. El primero de la lista que integra el padre de la jueza es Cristino Nicolaides.

En junio de 2006, el juez federal de Posadas, Ramón Claudio Chávez, pidió el legajo de Sarmiento y de otros dos coroneles al Ministerio de Defensa, que los envió de inmediato. El abogado Juan Martínez explicó que “la detención fue ordenada por el juzgado de instrucción federal, a cargo del juez Ramón Claudio Chávez, quien dispuso la indagatoria para el lunes si se lo puede trasladar, ya que está en silla de ruedas”.

El abogado aclaró los criterios con los que se fue avanzando en este juicio en el que se investigó por fuerzas actuantes: “En el caso del Servicio Penitenciario, el juicio terminó con la condena de los oficiales Gómez y Cuenca ya que se demostró su participación en casos de torturas. Después la Jefatura del área 232, a cargo del ex gobernador de facto Juan Carlos Beltrametti y Carlos Humberto Caggiano. Ahora se avanza en la causa de la Policía de Misiones. El avance de las investigaciones y procesamientos y eventualmente juicios, se determina en función de las fuerzas actuantes. La detención de Sarmiento ocurre porque el juzgado avanza en la causa de la Policía".



 FUENTE : EL ORTIBA

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