APORTE SOBRE LA LEY DE SERVICIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL (Tercera Parte)

POLÍTICAS PÚBLICAS DE COMUNICACIÓN

ROL DEL ESTADO

 

*Por Lic. Fabián Bicciré

La etapa histórica requiere volver a reconstituir al Estado. Es imprescindible recuperar un nuevo rol para el mismo, no un Estado centralista, clientelista y de  ineficacia burocrática. Pero mucho menos, un Estado ausente o garante de los sectores concentrados y de los grandes grupos del poder económico. Un Estado árbitro, mediador, fuerte, eficiente y promotor del desarrollo económico, social, cultural y regional; que articule políticas de mediano y largo alcance con las diversas instituciones de la sociedad civil.

La sociedad actual se caracteriza por su complejidad y diversidad. En el interior del cuerpo social existen numerosas demandas de organizaciones públicas y privadas, tales requerimientos son de muy variada calidad y cantidad. Los distintos actores que intervienen en la vida social – público-estatal, público no-estatal o social, y privado – se interesan en la solución de los problemas de orden público.

Las organizaciones intermedias de la sociedad civil cada día más se incorporan en la puesta en práctica de políticas públicas. La democracia es condición esencial de esta forma de concebir las políticas públicas. La riqueza y multiplicidad de actores, amerita la construcción de consensos, el respecto al pluralismo y acciones públicas socialmente concertadas. La mediación política y el nuevo rol del Estado tienen un carácter decisivo en la articulación social y política de los programas de políticas públicas. La política como dispositivo de mediación y articulación en la formulación de programas sólidos y sustentables. El Estado auténticamente democrático, entonces, debe aspirar a crear los canales necesarios, que promuevan la mayor participación posible de los grupos sociales en la constitución de la agenda pública. Es necesaria su intermediación como instancia institucional para lograr una distribución más equitativa del poder. A su vez, la puesta en práctica de diversos aspectos de la agenda pública, demanda en una sociedad democrática acciones sociales  concertadas. Por lo tanto, la gobernabilidad de los procesos políticos y sociales, se torna en una premisa insoslayable de gobiernos democráticos.

El Estado y la sociedad argentina necesitan una discusión seria y profunda, sobre políticas públicas de comunicación y cultura, así lo reclaman, la importancia que revisten estas temáticas en las sociedades contemporáneas.

La democracia tiene una enorme asignatura pendiente en la materia, aún sigue vigente la Ley de Radiodifusión 22.285 de la última dictadura militar. Legislación que como no podría ser de otra manera, configura un pensamiento claramente autoritario, despótico y restrictivo, producto de una etapa dictatorial de nuestro país, es una ley de radiodifusión inspirada en la tristemente famosa doctrina de la seguridad nacional. En los aspectos tecnológicos es una ley absolutamente caduca y anacrónica.

 

Los distintos gobiernos desde la apertura democrática en 1983, plantearon cambios y reformas parciales, que mayoritariamente beneficiaron a los grandes grupos concentrados del universo comunicacional argentino. Los proyectos que planteaban una modificación más integral del sistema no prosperaron. Los intereses económicos y políticos que prevalecieron, impidieron una política integral, y una legislación nueva y democrática en función de intereses públicos.


 * DECANO FACULTAD DE CIENCIA POLÍTICA Y R.I.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO

PRESIDENTE DE LA RED DE CARRERAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y PERIODISMO DE LA REPÚBLICA ARGENTINA                 

 

            Gentileza:  www.peronismocordobes.blogspot.com

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