Jorge Coscia
29-03-2009 / El director de cine y diputado por el Frente para la Victoria vincula la historia de Latinoamérica con la actualidad y adelanta el contenido de historia de la nación latinoamericana, documental que dirigió, y que miradas al sur entregará a sus lectores durante el mes de abril
*Por Felipe Deslarmes
cultura@miradasalsur.com
De camisa blanca de manga corta y desabrochada, barba canosa, anteojos y un celular Blackberry que no va a dejar de sonar, el director de cine, guionista, extra, productor de películas, cameraman, ex docente y ex presidente del Incaa y hoy diputado Jorge Edmundo Coscia (56) fija su vida entre los audiovisuales y la historia política de
Incansab
Comprometido con su concepción de la política y de declaraciones sin pelos en la lengua, despierta odios y pasiones por igual. Sus detractores cuestionan su paso como presidente del Incaa (Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales) donde estuvo desde el 2002 hasta octubre de 2006, pero él se enorgullece de haber logrado su autarquía, de haber impulsado el desarrollo de la industria cinematográfica local, de haber promovido una política pública que permitiera a los realizadores concretar sus proyectos y de haber inaugurado el primer cine en toda
Fue electo diputado nacional por
“Peronista de izquierda”, se define y aclara que ingresó a la militancia y al movimiento nacional con el Cordobazo (1969), cuando tenía sólo 17.
–¿Cómo fue realizar un documental de las características de Historias de
–Hacer un documental de este tipo es una tarea complicada. Ahora estoy en otra labor similar porque desde que dejé el Incaa me aboqué a una forma de militancia audiovisual y por eso codirigí este documental, estoy dirigiendo una biografía de Perón y tengo en plan otro sobre la historia de amor entre Perón y Evita. Hacer la historia de
–¿Cuándo se origina el proyecto y por qué ese título?
–En realidad, se origina mucho antes de nacer como proyecto. Fue en los años ’70, en la escuela nacional, en mi amistad con Víctor Ramos y en un libro que me cambió la vida, justamente, el libro Historias de
–Habla de integración y, justamente, cada uno de los DVDs empieza con una misma frase…
–“América Latina no está dividida porque es subdesarrollada, es subdesarrollada porque está dividida.” Sí, para mí es clarísimo lo que dice Ramos, que entiende que el proceso de balcanización o fragmentación por el que pasó y pasa esta Patria Grande es lo que nos sumerge en el subdesarrollo y es lo que debemos contrarrestar urgentemente. Ramos señala que Argentina es un país, pero que
–Supongo que será inevitable relacionar permanentemente lo histórico con la actualidad Argentina…
–Es que todo tiene que ver, y si nos tomamos ese trabajo veremos cómo el sector agroexportador en conjunto con el diario Crítica y otros medios lograron instalar una idea, culpar a Yrigoyen de corrupto y fascista, desestabilizarlo, derrocarlo e imponer un régimen peor que el que criticaban y que desemboca en la década infame, los años de mayor corrupción y de mayor hambruna para el pueblo argentino. La historia sirve para que no nos engañen. Imaginemos cómo sería nuestra vida si tuviéramos que empezar todos los días desde cero. La historia nos permite aprender de los caminos ya transitados. Por eso hay una política de la historia y el súmmum del neoliberalismo es el olvido. Hemos oído y vamos a seguir oyendo que los neoliberales dicen que hay que mirar para adelante y dejar enterrado el pasado. Los argentinos solemos vivir sesgados por la ausencia del conocimiento de los hechos previos que nos llevaron a nuestra desgracia. Fue recurrente el modo en que se desestabilizaron gobiernos de carácter nacional y popular. Gobiernos imperfectos pero infinitamente mejores que los gobiernos que los sucedieron.
–¿Qué análisis hace de la mediatización del reclamo sojero?
–Yo creo que estamos viviendo un escándalo político y así como hoy hablamos del pacto Roca-Runciman como de un escándalo histórico, en algún momento se va a hablar de ciertos medios de información monopólicos y del modo en que utilizaron el derecho a la información, que es del pueblo argentino, para su mezquino proyecto económico. Es decir, cómo una docena de hombres argentinos… hay un colombiano también… usaron esto escudándose en la libertad de prensa. Yo no quiero cerrar ningún diario, es más, soy de la generación que peleó por la libertad de prensa. Voy a seguir poniendo el pecho a favor de los periodistas de los medios que me critican, pero no me impidan que pelee también porque haya una libertad mucho más amplia, con nuevas voces, nuevas formas de expresión, porque accedan las Madres, las organizaciones gremiales, las universidades y otras empresas. Quiero una comunicación basada en la diversidad.
–Volviendo al documental, ¿cómo ve Ramos esta América indígena?
–El primer DVD explica el contexto europeo en el que encuentran América y la forma de vida de los pueblos originarios, y llega hasta los tiempos de
–¿Cuál fue el mayor aprendizaje que le dejó este trabajo histórico?
–Que la historia no la hicieron tipos de galera, caretas, figurones sino que la hicieron tipos como el general Lara o pendejos como Sucre, que tenía 26 años cuando liberó al continente entero del yugo español. Chicos que hoy estarían discutiendo con su mamá por un permiso para ir a bailar. Las revoluciones tienen en la juventud un enorme potencial transformador; y por otro lado recuperar la autoestima.
–¿Qué espera del espectador?
–Que entienda que el proceso de integración latinoamericano es demasiado importante para dejarlo en manos de burócratas especialistas en tasas aduaneras. Y ahí te lo vuelvo a traer al presente: el MERCOSUR tuvo una primera etapa burócrata importante, pero no puede quedarse en eso. Tienen que tomar perspectiva histórica, y eso es algo que
– ¿Por qué cuando habla del MERCOSUR no lo señala sólo como un vínculo comercial?
–No, claro. Yo hablo del MERCOSUR como de una etapa primaria y aún débil de la integración latinoamericana articulada entre los países más grandes de la región. Ramos me enseñó a diferenciar y a refutar una idea que supo ser muy progre en los ’70 de que la integración iba a funcionar por contagio y que entonces la revolución iba a contagiar de Cuba a América Central o a lo sumo dar un salto en Bolivia. No. En Ramos hay otra concepción donde más que el contagio lo que debe darse es la articulación desde lo grande, como ocurrió entre Bolívar y San Martín, entre
–Desde lo histórico pero también desde lo actual, ¿cómo toma las relaciones con el imperialismo?
–Ramos señala dos inviabilidades que están exacerbándose cada vez más: por un lado que “no puede haber una causa nacional al margen de la causa popular” y por el otro que “no se puede avanzar en un proyecto nacional y popular sin poner en contradicción el sistema social, político y económico actual”. Y justamente el pasado 26 de marzo, Cristina dijo justamente eso: que “la causa de
-Volviendo a lo histórico, ¿cómo se astilla
–El proceso de integración que plantean Bolívar, San Martín, Artigas, O’Higgins, Sucre, etc., etc., va siendo socavado, en esta suerte de lucha política que es también económica y una lucha de clases, por el poder regional de las grandes ciudades que son las capitales de la producción agroexportadora de cada lugar. Ganaron unos pocos y perdieron la mayoría. Digamos que en cada lugar, en cada momento, hubo una “soja” que con su poderío nos condenó. En el documental se muestra cómo México es saqueado de la mitad de su territorio reinstalando la esclavitud donde ya no existía. La tragedia mexicana es una metáfora de lo que ha ocurrido en toda Latinoamérica.
–Desde su óptica, ¿qué imposibilita la unidad latinoamericana?
–Cada vez que se intentó una unidad latinoamericana hubo intereses externos ligados a intereses internos cipayos que impidieron el desarrollo regional. Para un intelectual es más fácil, es más cómodo ser funcional a la dependencia. Y por eso le ha resultado tan fácil para el Imperio tener cientos de tipos que justifiquen la dependencia. Cuando hablamos de establishment, ¿de qué hablamos? De un entramado cultural, mediático, económico y político de visiones que justifican, construyen y reconstruyen formas de dependencia que impiden que nuestro proyecto nacional se consolide y nos dé mayor autonomía. A mí me da vergüenza ajena cuando veo a intelectuales participando de esa mezquindad.
–Próximos a las elecciones, ¿qué considera que se pone en juego esta vez?
–Yo invito a la población a que se ponga a pensar en serio por unos minutos antes de votar cómo se imagina que sería el país gobernado por Carrió, o Cobos, Solá, Macri o De Narváez. Porque no se trata de aprobar o castigar con el voto sino que lo que se está definiendo es el modelo de región que queremos.
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