BUEN DÍA, ARGENTINA


*Por Rolando Lazarte

Cuando viene marzo, es inevitable. Un pasado doloroso que vuelve. Un día, será recuerdo. Por ahora, sigue siendo el desafío de un pueblo, de gente como nosotros, que se empeñó por un país mejor, una vida más fraterna, más justa, con más amor y menos prepotencia. Hay una Argentina que duerme entre nosotros, o en nosotros, no sé. Tal vez bajo tus pies, en las montañas, en las llanuras, en el mar, en las florestas misioneras. Una Argentina que de chico soñábamos en la escuela, con montoneras federales y unitarios malos. Una Argentina que se asomaba a la vida en días de mayo, como un sol. Una Argentina que soñó, un día como hoy, once de marzo, ser socialista, con el Frejuli, Cámpora y Solano Lima. Una Argentina que supo hacer de tripas corazón y parir amor del dolor que la traición y la mentira le impusieron como pesado fardo, como desafío a vencer todos los días. Si el injusto se ríe, con su cara de hiena odiosa, nosotros nos reímos con la mansedumbre que acostumbramos ver en nuestros hogares. Hogares sanos, de trabajadores, de gente de fe, de esperanza, de amor, de fraternidad, de paz, de trabajo. Ellos no conocen, la antipatria no sabe de eso. Son un cáncer en nuestra tierra. Seguiremos soñando, sigo soñando, como vos, que me leés, que te levantás a la mañana temprano para ir a la escuela, a la facultad o al trabajo, que le das duro para superare, como parte de una familia y de un pueblo que no desiste, resiste, insiste. Yo sé que me estás escuchando, que una parte tuya, que soy yo, quiere el bien como siempre quisimos. Renacerá mi pueblo de sus ruinas, y no habrá más lugar para traidores. Veremos flores naciendo de las llagas, como, dicen, nacieron lirios de las heridas de Nuestro Señor. Hasta entonces, seguiremos dando duro, como vos le das, al trabajo, a la canción, al estudio, al amor, a la fe, a la vida. A la familia, a todo lo que quisieron destruír a fuerza de mentira, de tortura, de fuerza bruta. Otro marzo nos espera, sin vigilias ni ayunos. Una Argentina nuestra viene naciendo en vos, en mí, en todos nosotros. No soy candidato a nada. Disculpame el tono un poco panfletario de estas palabras. Es que viene marzo y con él los recuerdos. Buenos y malos. Yo sé que vamos a vencer. Venceremos. Vencemos cada día. ¿No te levantaste ya? ¿No hiciste tus oraciones? ¿Acaso no regaste las plantas ni viste el cielo lindo de este once de marzo? Ya venciste. Son pequeñas batallas las que nos hacen campeones. Al trabajo. Buen día.

 

*Sociólogo argentino, reside en Brasil desde 1977.

 

Fuente: El Ortiba 

 

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