¿AL FINAL, TERMINAN TODOS COMO FOTO CARNET?




(A propósito de una historia que cumplió 31 años)

* Por Carlos A. Bozzi

Las tres mujeres se cambiaban de ropa en el interior del automóvil. Recién regresaban de la playa, posiblemente de una de esas playas distante varias cuadras del centro de Mar del Plata, en dirección hacia la zona de Camet. El lugar exacto es aún impreciso.

Era la media tarde del domingo 12 de febrero de 1978, hace treinta y un años. En ese instante, un Ford Falcon con cinco hombres a bordo se coloca paralelo al rodado de las mujeres. Dos descienden, uno apunta y el otro toma el volante, conduciendo por espacio de 20 minutos. Después se detienen, pasan a dos de las mujeres al Ford Falcon, le vendan los ojos y las esposan.


Amanda Virginia Prato, María Adela Chiape y María Gabriela Leguizamón

Aquí comienza una historia, como tantas otras de aquella década, con similar final trágico.¿Quiénes eran estas mujeres, qué hacían en Mar del Plata y cómo desaparecieron?. Los detalles de este hecho se conocieron gracias al testimonio de la única sobreviviente, liberada tras veinte días de cautiverio, aunque hasta hoy dicho testimonio permanece en el olvido, así como también la suerte corrida por aquellas tres de mujeres.

El pequeño grupo estaba compuesto por María Adela Chiappe, 45 años, escribana, María Gabriela Leguizamón, 16 años, hija de la anterior, Amanda Virginia Prato, 30 años, abogada, y la sobreviviente.

María Adela y Amanda Virginia eran militantes peronistas, con actividad en la ciudad de La Plata y en la zona del Palomar, donde la segunda tenía su estudio jurídico. Amanda se había matriculado en el Colegio de Abogados de La Plata y estaba inscripta en el Tomo XXIX, Folio 368 de ese departamento judicial.

El comienzo de la historia, aconteció cuando a raíz de un pedido de otra amiga de ambas mujeres, residente en Mar del Plata, decidieron viajar hasta la costa atlántica con el fin de interiorizarse de la situación que estaba atravesando esa persona. Partieron de la ciudad de La Plata el viernes 10 de febrero por la noche y pensando permanecer sábado y medio domingo en algún camping de la zona de Mar de Ajó o San Bernardo. 

Se movilizaban en un Renault 6 color blanco modelo 1974, patente B- 1.081.259 y como fueron vistas por última vez por la zona de San Bernardo los familiares de las mujeres creyeron en un primer momento que el secuestro del grupo se había producido en esa zona y así lo denunciaron al juez federal de Dolores.


Croquis del primer lugar de detención. Clic para ampliar


Croquis del segundo lugar de detención. Clic para ampliar

Pero la realidad era otra. Cuenta la única mujer que sobrevivió: “Llegan a un lugar donde a la dicente la separan del grupo y es conducida a una celda, subiendo escaleras de chapa... de tipo caracol... y pierde todo contacto con el resto de sus amigas. Como a las dos horas se la interroga y a partir del día siguiente queda permanentemente encapuchada, con capucha de lona… Durante el día está sentada en una silla de playa, el lugar era muy húmedo y frío, las paredes eran blancas como "salpicret", con una luz permanente durante el día y la noche que colgaba del techo, no tenía ventanas y tenía puertas de chapa con pasadores y una mirilla donde estaba la persona que la custodiaba. Los utensillos en dicho lugar eran de lata, les daban una bandeja. Les daban cuatro comidas…”

Por varios días permaneció en este primer lugar (ver croquis) donde se escuchaban puertas que se abrían y cerraban violentamente, quejidos de personas torturadas y en especial la voz de María Adela Chiappe. Posteriormente, en el piso de un jeep, donde ya no estaba sola sino que había cuatro o cinco personas más, es trasladada a otro lugar.

“El sitio era como un galpón (ver croquis) con piecitas que no tenían puertas individuales, donde para poder dormir los pies quedaban fueran de los boxes. Estos eran de 1,50 metros de ancho y no más de 1,60 de largo. El techo supone era de chapa...” Había tres turnos de guardias, que se anunciaban por un timbre al efectuar el relevo. La custodia era flexible y con actitud “bondadosa” hacia los detenidos.

“Recibían también las cuatro comidas y eran de primera calidad, había gente que se nota estaba de antes y preguntaba “hoy que vamos a comer”… Los utensillos eran de la Armada Argentina… y allí en ese sitio no fue interrogada… ni otras personas por lo que pudo percibir… En ese lugar. como al sexto día de estar, siente a la mañana cuando se despierta que había llegado gente nueva, a las que llamaban por los nombres...” También en el grupo habían traído a Grabriela Leguizamón y a Amanda Prato, con quienes puede conversar un rato. De Maria Adela Chiappe no supo nada.

“Cuando se levanta un día se da cuenta que había llevado gente, que había un escándalo bárbaro, que había un matrimonio aparentemente mayor y entonces hace una crisis muy grande porque cree que no la van a liberar… Trataban de evitar que la gente entre en crisis para que no se haga colectiva… En dicho sitio había unas 15 personas”.

Un día la vienen a buscar, dándole la noticia que la iban a liberar, pero que para ello debían trasladarla al primer lugar de detención. Allí le muestran una caja repleta de bijouterie, alhajas y relojes, pidiéndole que retire sus pertenencias, que eran documentos, llaves y dinero. Después la llevan a una especie de toilette donde había espejos, le piden que se maquille, devolviéndole también la carpa que traía el grupo. Respecto de sus amiga, le dicen que serán pasadas a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. La llevan hasta la estación terminal de ómnibus de Mar del Plata, entregándole un pasaje para la empresa Costera Criolla. Durante todo el viaje hacia Buenos Aires fue vigilada por distintas personas que mantenían cierta distancia de ella. Antes de liberarla le piden disculpas, "pues la gente buena salía en libertad”, según le dicen.

Maria Adela Chiappe, Amanda Virginia Prato y Maria Gabriela Leguizamón nunca salieron en libertad y tampoco se supo que suerte corrieron. La hermana de Amanda, Mónica Prato, también abogada y escribana, contó al diario La Reforma de la ciudad La Pampa (ver facsímil) toda la historia y poco a poco se van conociendo más detalles de este triple secuestro y desaparición ocurrido en febrero de 1978.


Facsímil diario La Reforma de La Pampa. Clic para ampliar

El sitio descrito por la sobreviviente no es otro que la Base Naval de Mar del Plata y los detalles brindados por la mujer coinciden con otros aportados por varios secuestrados-liberados del mismo lugar. En ese entonces el jefe de la base era el capitán de navío Raúl Alberto Marino, el jefe de contrainteligencia el teniente de navíoJulio César Fulgencio Falcke y el subjefe de la base el capitan de fragata Roberto Luis Pertusio, el testimonio de la sobreviviente da cuenta de la cantidad de persona que se mantenían detenidas clandestinamente bajo su mando.

El primero de ellos se encuentra procesado y con prisión preventiva dictada por el Juez Federal de Mar del Plata Rodolfo Pradas en la causa “Malugani, Juan Carlos, Pertusio, Roberto L. y otros s/ Av. Homicidio calificado”, acusado de los siguientes delitos: “Imposición de tormentos agravada por haber sido cometidos en perjuicio de perseguidos politicos de JORGE AGUILERA PRYCSNICZ, LUCIA PERRIER de FURRER, NESTOR VALENTIN FURRER HURSITZ, PATRICIA CARLOTA VALERA, JUAN MIGUEL SATRAGNO, MARIA CRISTINA GARCIA SUAREZ, MIRTA NOEMI LIBRANTIRAO, SILVIA SISCAR y MARTA NOEMI YANTORNO y en el HOMICIDIO calificado del que resultara víctima MARTA NOEMI YANTORNO”.

El segundo, también se encuentra en similar situación “en orden a los delitos de privación ilegal de la libertad doblemente agravada por mediar violencia y amenazas de los que resultan víctimas JORGE NICOLO, PATRICIA MOLINARI, OMAR MAROCHI, SUSANA VALOR, MIGUEL ANGEL ERREGUERENA y GUILLERMO CANGARO, que concurren materialmente con Imposición de tormentos agravados por haber sido cometido en perjuicio de perseguidos políticos de JORGE NICOLO” y el último, “por los delitos de privación ilegal de la libertad doblemente agravada por mediar violencia y amena zas e imposición de tormentos agravada por haber sido cometidos en perjuicio de perseguidos políticos de los que resultaran victimas JORGE AGUILERA PRYCSYNICZ, LUCIA PERRIER de FURRER, NESTOR FURRER HURSTIZ, PATRICIA CARLOTA VALERA, JUAN MIGUEL SATRAGNO, MARIA CRISTINA GARCIA SUAREZ, MIRTA NOEMI LIBRAN TIRAO y SILVIA SISCAR”.

La resolución del juez Pradas, dictada en septiembre de 2008, permitió que la opinión pública conozca las historias de horror que muchas personas vivieron en esa postal de Mar del Plata, que es la Base Naval, otrora un centro clandestino de detención. Hay más historias para agregar. Esta es una de ellas, y en especial para que al final de cuentas, no todos terminen como simple foto de carnet. Solo la justicia puede impedir este otro triste final.

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