LA LEALTAD COMO REFLEJO DE LA VERDAD


Mar del Plata 17 de octubre (Ida y Vuelta, por Eliana Valci). Hoy se conmemoran 63 años desde que aquel 17 de octubre de 1945, quedara marcado para siempre en nuestra historia como el DÍA DE LA LEALTAD.

Ésta  (la lealtad) que no es tan solo una palabra, se ha instaurado como un sublime principio del ser humano, en concordancia con el sentido de la verdad más puro y absoluto.

Por lo tanto, es leal quien “es incapaz de traicionar o engañar”, quien actúa “conforme a lo que dice, siente o piensa”. Sin embargo, este principio de conducta, ha sido totalmente avasallado por aquellos que hoy se muestran con una ética y moral “intachables”; los mismos que han fomentado el pensamiento pendular y forjado personalidades genuflexas.

Es por ello, que para que no se vean tergiversados los valores fundamentales de nuestro comportamiento, debemos formar y organizar a quienes nos sucederán en el mañana, para que sean hombres y mujeres de bien. A este postulado se refería Mariano Moreno al decir “la verdad es el signo más característico de un hombre de bien”.

No todos razonan de esta manera, desde que en los comienzos del mundo las luces y las sombras se baten en un duelo a muerte, para determinar cual de las dos prevalecerá, razón por la que debemos tomar el camino más largo, aquel que nos conduzca a la búsqueda de la verdad, que al decir de Platón “es el recuerdo de algo que perdimos en el pasado”.

Muchos, han abandonado el sentido de la lealtad, siendo inverosímiles con sí mismos, al límite de que aquella haya sido condenada a ser sólo la máscara de un día festivo, o relegada a una simple expresión; cuando debería ser uno de los pilares para la consolidación de la Unidad Nacional, aquella que estreche los lazos entre los hermanos y hermanas latinoamericanos, enalteciendo a cada Pueblo en particular.

Pues entonces, queda en manos de quienes consideramos a la lealtad como reflejo de la verdad, trasvasar su histórico significado, para que no se transforme en verso de los mediocres, sino que se constituya en el valor intrínseco de cada uno de los ciudadanos y las ciudadanas.

Comentarios